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¡ALTO! ¡SECADOR DE PELO!

Los habitantes de la pequeña población de Hopeman, Escocia, están hasta las narices del exceso de velocidad y por eso han decidido hacerse pasar por policías para conseguir que se respeten todas las normas de circulación. Esta idea surge ante el temor de los vecinos de ser arroyados por uno de esos vehículos que van a dos mil. Lo más curioso de la historia son los secadores de pelo que utilizan, la clave de su éxito.

En el Reino Unido los radares portátiles de tipo pistola suelen ser bastante comunes y el secador junto con el chaleco reflectante…  ¡dan el pego! Los conductores piensan que se trata de un guardia de la policía escocesa y aminoran la velocidad.

Aunque esto resulta gracioso, la realidad es que hay travesías en las que se debería circular a 30 mph (48,28 Km/h) y se circula al doble de velocidad: 60 mph (96,56 km/h). “Esta es la alternativa para que nuestros niños estén seguros”, afirma una de las madres del lugar.

El problema nos resulta bastante familiar y en nuestro país se soluciona de otra manera: con resaltos.  La verdad que son un fastidio pero…  ¡si los límites se respetaran no haría falta ponerlos! En otros lugares como Francia o Alemania las rectas se convierten en un zig-zag mediante aparcamientos o pequeñas isletas que persiguen el mismo fin: reducir la velocidad de los vehículos.

Todo lo que hemos leído nos confirma una cosa: no acabamos de ser conscientes del peligro que supone el exceso de velocidad al circular en vía urbana. Aunque nos suena eso de que si  aumenta la velocidad también aumenta la gravedad de las lesiones ante un posible accidente, por una oreja nos entra y por la otra nos sale.

Para poder hacernos una idea de la situación recordamos algunos datos:
- A 25 km/h empiezan a aparecer las primeras consecuencias mortales para los peatones en caso de atropello.
- A 50 Km/h la probabilidad de muerte es de un 50%.
- A partir de 80 km/h la mayoría de los peatones mueren a causa de las lesiones sufridas.

Estas referencias nos ayudan a entender un poco más la situación pero todavía hay conductores que se oponen a las velocidades establecidas. La gente piensa que el progreso de los sistemas de seguridad y la introducción de los sistemas electrónicos en los vehículos nos pueden salvar de todo.  La realidad es otra: el error humano juega malas pasadas y pese a que nuestros vehículos y carreteras son mejores si aumentamos la velocidad también aumentan nuestros fallos (el factor humano es el responsable del 90% de los accidentes de circulación).

¿Qué más se puede decir sobre esto? Simplemente que cuando te encuentres con una señal de esas de Velocidad máxima… ¡acuérdate de este artículo! Aunque sea un peñazo ir a 30 Km/h siempre habrá algún motivo para hacer caso…

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